domingo, 16 de mayo de 2010


Se alejaba de las personas, en ella vagaban unos extraños sentimientos que variaban según la importancia que tenían. Se aislaba de lo sucedido, de tal forma que no quería escuchar su propia subconsciencia, no quería afrontar el dolor que le causaba... no era lo suficiente fuerte como para hacerlo. Su mejor excusa era la música, taponaban sus recuerdos y eso le hacía feliz. Inspiraba el delicado humo que envolvía su desustructurado interior y lo expiraba hacia algo no muy cercano , se los llevaba... se mantenían por instantes y desaparecían. Todo esto no dura se repetía silenciosamente . Momentos después le abundaban todo tipo de quebraduras que le hacían volver a su realidad. Una realidad pésima, dura y sin entusiasmo para lo que le quedaba. And.

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